La plantilla junto a su presidente, Alejandro Molina, atienden a los medios de comunicación presentes en la sede oficial del club, lamentando los hechos que derivaron en el desvío del avión que les traía desde Madrid rumbo a Gran Canaria y en el que fueron desalojados siete jugadores
El Club Molina Sport compareció esta tarde en su sede social en una multitudinaria rueda de prensa en la que aprovecharon el altavoz mediático para pedir sus más sinceras disculpas a los pasajeros, a la tripulación y a la compañía Iberia Express, por los incidentes del pasado domingo en el vuelo que les traía de Madrid rumbo a Gran Canaria, que finalmente tuvo que ser desviado a Sevilla, donde la guardia civil desalojó a siete miembros de la expedición amarilla.
Tomaba la palabra Alejandro Molina en su calidad de presidente del conjunto grancanario, quien declaró ante los medios que la rueda de prensa convocada iba dirigida a “transmitir nuestras disculpas por lo ocurrido en nuestro viaje de Madrid a Gran Canaria en el vuelo del domingo, después de haber disputado la Copa del Rey en Zamora”. “Lo único que queremos hoy es dar la cara, pedir disculpas a Iberia, a la tripulación, a los pasajeros y entendemos que seguramente nuestra celebración se salió un poco de tono y nuestra obligación es arrepentirnos de lo que ha ocurrido, porque considero que no era el lugar adecuado para llevar a cabo la celebración”, incidió el directivo. “Veníamos contentos de Zamora, por haber ganado una Copa del Rey que nos costó muchísimo y una vez que entramos dentro del avión, teníamos que haber mantenido las formas hasta llegar a Gran Canaria y al día siguiente poder seguir celebrando el triunfo, pero en este caso no nos queda otra que pedir disculpas, estamos arrepentidos por el error que se cometió y ahora estamos aquí para dar la cara”, agregó.
Consecuencias del desvío del vuelo
En cuanto a las posibles consecuencias derivadas del desvío del vuelo, el propio Alejandro Molina reconoció que “ellos ya han consultado la situación con sus abogados, por lo que respecta al club los vamos a defender, me puse en contacto con varios amigos que tengo en Sevilla para que estuviesen pendientes de ellos”. “En mi caso yo no estaba en las filas cuatro y cinco con ellos, sino en la última fila, me transmitieron lo que había pero en ese momento tampoco pude saber todo lo que estaba pasando y una vez que ellos bajaron del avión, no sabía que era lo que iba a pasar, tampoco llamé porque yo también tenía mi enfado y mi preocupación”, se explicó el directivo.
El presidente reconoció que quizás “cometí un error y tenía que pagar los gastos que se le generaron a los jugadores que tuvieron que desalojar el vuelo” en cuanto a su hospedaje en Sevilla y sus billetes de regreso a la Isla.
Respecto a los sucesos que derivaron en el desvío del vuelo, Molina relata que “la azafata me comentó que el comandante quería hablar conmigo en pleno vuelo y como me comentó que si los jugadores mantenían ese tono tendría que desviar el avión y por eso les llamé la atención, pero cuando posteriormente se dice por megafonía que el avión toma tierra en Sevilla, me levanté de mi asiento, fui a hablar con las azafatas, pregunté el motivo y una vez que tomamos tierra, tanto en Sevilla como en Gran Canaria, pedí disculpas tanto al comandante como a las azafatas”.
Andreu Tomàs, en calidad de portavoz de los siete jugadores desalojados del avión por un motivo de antigüedad en el club, declaró que “es verdad que todo el equipo estaba muy feliz por la victoria, porque llevábamos mucho tiempo queriendo ganar esa Copa, aunque ya la habíamos ganado anteriormente, porque suponía ganarla ante nuestro eterno rival, el Valladolid, nos hizo muy felices y seguramente el tono de voz que teníamos en el avión no era el adecuado en esa situación, ya que estaba totalmente lleno y por eso entendemos que pudiéramos ocasionar molestias”. “Sentimos que no podemos hacer ya nada más que pedir perdón, no solo a los tripulantes, sino también a los pasajeros que estuvieron allí y que sufrieron un retraso en el avión, también pedir disculpas al equipo ya que no todo el mundo estaba participando y están recibiendo ellos también las consecuencias, también pedirle perdón a Molina por la imagen que ha sufrido el club” y a las azafatas porque en ningún momento quisimos que sintieran que las queríamos faltar al respeto, ni al piloto tampoco”, añadía el jugador.
El jugador quiso dejar claro que “en ningún momento nos levantamos de la silla, ni cantamos, ni estuvimos por el pasillo, aunque si estuvimos hablando con un tono de voz elevado que entendemos que pudiera estorbar a la gente y simplemente queremos pedir perdón por todos los dalos que hayamos podido ocasionar”.
Tomàs reconoce que ante el llamamiento de Alejandro Molina tras ser llamado al orden por el comandante, “no pasamos de él, enseguida bajamos el tono, pero estábamos muy felices por ganar el trofeo, no nos dimos cuenta, sin querer volvimos a subir el tono de voz y tuvimos las consecuencias pertinentes”.
La acusación de embriaguez
En cuanto a las acusaciones de la compañía provocadas por el presunto consumo de alcohol, Alejandro Molina respondió que “beber, algunos jugadores bebieron dentro del avión, aunque borrachos no estaban”. El directivo intuye que “desde antes de subirnos al avión ya pusieron los ojos en el equipo, porque antes de entrar ya estábamos celebrando, porque veníamos contentos, por ejemplo yo, que no bebí nada y estaba muy contento, aunque se nos advirtió antes de entrar al avión que estuviésemos tranquilos y es verdad que eso no se cumplió”.
Sobre las declaraciones recientes y el respaldo de Aridany Romero, consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, a la labor de cantera y de trabajo del club, Molina respondió que “espero que así sea, porque el club lleva una labor de 26 años, tiene ya unos cuantos títulos y un trabajo detrás y esto me perjudica mucho, porque no se puede botar a bajo 26 años”.
En lo que respecta al posible importe de las posibles sanciones económicas, Andreu Tomàs explicó que “se está estudiando con varios abogados, es algo muy nuevo para nosotros, tampoco sabíamos que iba a ser un caso tan mediático, estamos todos en shock, no entendíamos muy bien las consecuencias y ahora estamos estudiando a que cantidad puede llegar la sanción y vamos a trabajar para intentar que sea lo mínima posible”.
Alejandro Molina declaró que “el club tendrá que tomar medidas disciplinarias internas con algunos jugadores, tenemos que hablar con cada uno de forma individual para conocer sus versiones, porque desde mi posición en el avión no pude verlo de primera mano, hace un rato aterrizaron en la Isla y fui a recogerles, por lo que no hemos podido hablar todavía con cada uno”.
El presidente del Molina Sport reiteró que “el club no se puede hacer cargo de las sanciones individuales de cada jugador, porque no contamos con un dinero para ello, son subvenciones para cosas puntuales estrictamente relativas a la competición y para mantener al equipo en la máxima categoría”.