El Molina Sport salva los muebles en Castellón con un gol de Miquel Cabalin en la prórroga

Los grancanarios rescatan dos puntos en el desempate tras concluir con 3-3 el tiempo reglamentario

Como era de esperar el Molina Sport se encontró con un Castellón muy sólido en defensa y con pegada en ataque, en una de las pistas más complicadas de la Liga Élite, debido a sus grandes dimensiones, que obligan a los jugadores a recorrer muchos kilómetros durante los partidos y obliga a ser solidarios para no desguarnecer sus respectivas defensas.

La igualdad inicial se mantenía inalterable en el marcador, a pesar de las numerosas llegadas en la primera parte de los grancanarios que se topaban con las intervenciones de Joan Traver, que duplicaba en trabajo al que tuvo que hacer frente Javi Tordera en la portería visitante.

Sin embargo, sería el Castellón el primero en inaugurar el marcador a siete minutos del final, en una gran asistencia de Nicolás García Edo a su hermano Isaac que no perdonaba ante el cancerbero vallisoletano del Molina.

Con el consabido 1-0 se llegaba al descanso, lo que obligaba a los grancanarios a asumir todavía más riesgos en ataque para cercar la portería castellonense, no tardando Miquel Cabalin en igualar la contienda, tras aprovechar un magistral pase de su compañero y entrenador, Kevin Mooney.

El gol caía como un jarro de agua fría en la parroquia local que veía como cuatro minutos más tarde los amarillos duplicaban su ventaja al empalar el disco a la red Jan Andrysek a pase de Chuck Baldwin (1-2).

El Castellón adelantaba líneas y apretaba los dientes para volver a poner contra las cuerdas al vigente campeón, al que le endosaban dos tantos casi consecutivos, el primero de Isaac García Edo y el segundo de Héctor Gargallo, que obligaban a los isleños a una proeza a menos de 10 minutos para el final (3-2).

A un minuto y medio del final llegaría la recompensa al esfuerzo del cuadro grancanario que veía como Kevin Mooney encontraba una rendija en la defensa castellonense para que Mario Díez enviase el partido a la prórroga tras colocar el 3-3 en el luminoso.

Precisamente los añadidos es el territorio propicio para un Molina que volvía a demostrar su categoría con una combinación entre Andreu Tomàs y Miquel Cabalin que el segundo se encargaba de convertir en el 3-4 definitivo para los amarillos.